Home Office, ¿con los días contados?: qué pasará con esta modalidad una vez que termine la cuarentena

Debido a la crisis por el coronavirus, en el 2020 el mundo laboral ha dado un vuelco de 180 grados. En base a este cambio, se han elaborado una serie de informes sobre el futuro del trabajo, para satisfacer a consultores, analistas y directivos, que tanto anhelan este tipo reportes.

La revolución digital trajo aparejada un sinfín de especulaciones acerca de cómo la tecnología transformaría la vida laboral de las personas. A principios de la década del 70, comenzó la dinámica del teletrabajo y siempre estuvieron ligadas a una visión bastante idealizada. Hoy debido al contexto actual por la pandemia, el universo laboral migró a esta modalidad y de la noche a la mañana las compañías debieron adaptarse de lleno al home office.

El boom de la gestión de la fuerza laboral (WFH, por sus siglas en inglés) se relajará. Sin embargo, muchos empleados están 100% convencidos de que pueden ser igual de productivos desde sus hogares, una vez terminado el confinamiento. Incluso los que regresen a tiempo completo han experimentado nuevas formas de trabajar.

Este experimento impensado que se puso en marcha debido a una situación totalmente ajena, se convirtió en un catalizador del cambio que va más allá del trabajo remoto. El cambio está compuesto de iniciativas a largo plazo para hacer que los trabajadores sean más productivos, y que se puedan romper la barreras dentro de una organización y entre sus organizadores. Por ejemplo. Ya no hay excusa para posponer una reunión presencial cuando hoy la solución emerge de la era digital.

Cómo será el nuevo entorno laboral
Este tipo de cambio en el entorno laboral será difícil de lograr. Los trabajadores necesitan un alto nivel de confianza en las personas ajenas a su empresa, mientras que estas deben ser capaces de limitar los datos que se pueden compartir al tiempo que satisfacen sus necesidades.

La adopción acelerada de herramientas como Slack durante la crisis del coronavirus también ha puesto de relieve otro aspecto de la era del software en la nube. Los servicios que una vez fueron descartados se han convertido en la base para las grandes empresas.

Inevitablemente, algunas partes de la revolución de la WFH de 2020 no llegarán a destino. Muchos trabajadores estarán felices de poder salir de las pantallas de videoconferencia.

Las aplicaciones en la nube vendidas por empresas como Google y Microsoft ejercerán una atracción gravitatoria, ya que las empresas quieren limitar su gasto en nuevas aplicaciones.

No obstante, la crisis mundial por el coronavirus ha aportado una visión atractiva de una futura forma de trabajar.

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