¿Por qué cada vez necesito más memoria en mi PC?

A medida que avanzamos hacia nuevas tecnologías, surgen innovaciones que amplían los límites y nos preparan para las demandas futuras. La transición a la nueva tecnología de memoria (DDR5) es una oportunidad para reflexionar sobre la configuración necesaria para un rendimiento óptimo de nuestras PC o laptops en la actualidad.

Existen muchos mitos sobre que los nuevos sistemas operativos y aplicaciones siempre aumentan su demanda de memoria hasta ocupar toda la disponible, como los memes de Chrome consumiendo memoria. Aunque hay algo de verdad en esto, los recursos disponibles para los usuarios promedio aumentan constantemente, así como la calidad de los materiales y la capacidad de multitarea, lo que mejora la productividad. Un claro ejemplo es la proliferación de nuevas aplicaciones que utilizan IA.

El rendimiento de cualquier computadora depende del equilibrio entre tres componentes fundamentales: el procesador, la memoria y el almacenamiento. Los procesadores continúan agregando más núcleos con mayores capacidades de procesamiento paralelo. El almacenamiento ha alcanzado una etapa dorada, ofreciendo capacidades de hasta 4 TB y velocidades increíbles a precios accesibles, con una excelente relación precio-rendimiento.

¿Y qué hay de la memoria? Justo cuando los usuarios se acostumbraban a 16 GB como estándar, surge una nueva realidad: 16 GB es el mínimo absoluto y empieza a ser insuficiente incluso para usuarios de oficina. La cantidad de herramientas de software disponibles sigue aumentando, permitiendo alta productividad y mejor trabajo en equipo. Programas como MS Teams, la suite de Office, Zoom y navegadores con múltiples pestañas abiertas son habituales. Hoy, un equipo estándar puede tener hasta 64 GB de memoria, y pronto ese límite también será superado.

Es fundamental entender que al comprar un nuevo equipo se piensa en un horizonte de uso promedio de cinco años. Es necesario revisar y actualizar la configuración original, especialmente en memoria y almacenamiento. Una buena práctica es verificar que el equipo sea expandible antes de comprarlo, ya que muchos vienen con memoria soldada y no se pueden expandir, obligándote a cambiar el equipo mucho antes de lo necesario.

En el mundo de DDR5, aparecen capacidades no convencionales gracias a una nueva tecnología de chips de 24 gigabits, que permite fabricar módulos de 12, 24 y 48 GB llamados «no binarios». Estos nuevos módulos ofrecen flexibilidad para ajustar la capacidad de memoria de nuestro equipo. Configuraciones de 24 y 40 GB son posibles, e incluso en placas madre de escritorio se puede llevar la memoria máxima hasta 192 GB (4 módulos de 48 GB), expandiendo los límites de una PC convencional.

Entonces, ¿cuánta memoria necesito? Si se compra un nuevo equipo, lo ideal es empezar con más de 16 GB, como 24 GB o 32 GB, y aumentar según las necesidades profesionales o de alto rendimiento. Si el presupuesto no permite más de 16 GB por ahora, se debe asegurar la opción de expandir a futuro, ya que sin duda será necesario, especialmente con el aumento de aplicaciones de IA que correrán en modo local.

¿Y qué pasa con la velocidad? Si aún se usa DDR4, 3200 MT/s es el estándar para equipos relativamente nuevos. En DDR5, se empieza desde 4800 MT/s, aunque la última generación de procesadores está popularizando 5600 MT/s como estándar, con opciones que alcanzan hasta 8000 MT/s.

El objetivo final al definir una configuración adecuada es lograr un nivel de rendimiento que haga que la computadora te espere a ti, y no al revés.

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